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LA OSCURA SOMBRA DE LA ERA DIGITAL: UN ANÁLISIS DE LOS EFECTOS NEGATIVOS EN LA SALUD MENTAL



La salud mental hoy en día es un tema que no es tratado de manera debida, si bien es cierto existen profesionales que ayudan a las personas con sus problemas emocionales y/o psicológicos. Sin embargo, actualmente todavía se puede oír a personas que dicen “los psicólogos son para los locos”, una creencia que, aunque sorprenda, se mantiene aún en gran parte de la población y ocasiona que estas desistan de pedir ayuda a un profesional y hacer caso omiso al problema que les aqueja. A todo esto, ¿a qué llamamos realmente salud mental?, popularmente se cree que una persona esta mentalmente sana cuando no presenta enfermedades o trastornos mentales, pero aquello es solo uno de muchos tipos de problemas en la salud mental que puede presentar una persona, estar saludable a nivel mental hace referencia también a la capacidad de afrontar los desafíos de la vida, de desarrollar nuestro potencial y de contribuir de manera positiva a la sociedad.

Partiendo de ese punto procederemos a enfocarnos en la relación que tiene la salud mental con la actual era digital. Si bien es cierto que el esplendor de la era digital ha ayudado en la manera de comunicarse a larga distancia y de igual manera ha ayudado a que las personas tengan un mejor acceso a la información y por consiguiente que puedan recibir ayuda psicológica con mayor facilidad; aun así, no podemos tapar el sol con un dedo. Es verdad que la era digital, las redes sociales y la tecnología han traído muchos beneficios a la sociedad, pero, de igual forma también ha sido una de las principales causas del deterioro de la salud mental en los jóvenes. Entonces podemos afirmar que el impacto que ha tenido las redes sociales en la salud mental de los jóvenes ha superado a sus beneficios, por las siguientes razones.

Sabemos que, en la actualidad, la tecnología está cada vez más presente en nuestras vidas, especialmente entre los estudiantes universitarios, quienes la utilizan como una herramienta para buscar información y realizar trabajos académicos. Sin embargo, esta relación activa con la tecnología también puede convertirse en una fuente de distracción y procrastinació. Las redes sociales, la televisión, los juegos por internet, las apuestas en línea y otros tipos de contenidos digitales resultan ser muy atractivos y consumen una gran cantidad de tiempo, lo que lleva a posponer tareas importantes en el estudio o en las responsabilidades personales. Natividad (2014) mencionó que la procastinación está íntimamente relacionada con el estrés académico, ya que se da cuando el estudiante siente la precisión del tiempo, lo que ocasiona que las tareas no cumplan con sus expectativas académicas y luego se sientan frustrados. Además, de que la procastinación digital tiene distintas consecuencias negativas, puesto que disminuye la productividad, dificulta el proceso de aprendizaje y reduce el rendimineto académico. 

Añadiendo que la disponibilidad omnipresente de dispositivos digitales y la proliferación de aplicaciones y redes sociales han propiciado el surgimiento de comportamientos adictivos relacionados con la tecnología. Estas adicciones afectan la salud mental, como depresión, ansiedad y disminución de la autoestima. Además, la validación social y el miedo a perderse algo importante impulsan aún más la adicción a la tecnología, lo que repercute significativamente en el bienestar personal.

Las tecnologías de la información aportan beneficios para el desarrollo de las habilidades de los niños y adolescentes, pero, cuando su uso es indebido este puede convertiste en un potencial factor adictivo (Carmenate y Marín, 2021). El uso excesivo de dispositivos digitales lleva al aislamiento social, puesto que se prefiere interactuar a través de pantallas en lugar de tener conexiones cara a cara. La comunicación no verbal, el lenguaje corporal y las habilidades de empatía ese ven afectadas cuando nos acostumbramos a la comunicación a través de dispositivos digitales, lo que disminuye la interacción social y aumenta la sensación de soledad. La dependencia excesiva reduce la capacidad para realizar tareas cotidianas lo que a futuro afecta negativamente la confianza y autoestima.

Continuando con la línea de la confianza y la autoestima, los estereotipos influyen indirectamente con esta. Cantor-Silva et. al (2018) define a los estereotipos como ideas simplificadas y generalizadas sobre un grupo de personas, que se basan en prejuicios y no en evidencias. Estos además de afectar la autoestima de los más jóvenes, también influyen en su identidad, aspiraciones y relaciones, limitando su desarrollo personal y social. Por ejemplo, estos suelen desarrollarse mediante la publicidad y los filtros tecnológicos de las redes sociales que establecen una serie de modelos estéticos y roles de género llenos de estereotipos y prejuicios sobre lo que es bello y lo que no, lo que triunfa y lo que no. Estos modelos se basan en criterios arbitrarios y excluyentes, que ignoran la diversidad y la singularidad de cada persona. Los jóvenes pueden sentirse presionados a seguir estos modelos para ser aceptados o valorados por sus pares o por la sociedad en general. De igual manera estos estereotipos también se generan directamente por los influencers, que son personas que tienen una gran cantidad de seguidores en las redes sociales y que generan contenido que suele ser llamativo, fácil de consumir y que busca generar adhesión. Estos en muchos casos no tienen idea del impacto que su contenido genera en la salud mental de sus seguidores, especialmente si se trata de niños y adolescentes. Los influencers pueden transmitir valores, actitudes y comportamientos basados en estereotipos que afectan la autoimagen, la autoconfianza y la autenticidad de los jóvenes. Además, crean una falsa sensación de cercanía o amistad con sus seguidores, lo que puede genera dependencia emocional o frustración.

También es importante hablar de los diversos problemas que generan en la personalidad y en la manera en la que se relacionan los jóvenes con su entorno. Algunos ejemplos que podemos mencionar son; en primer lugar, la baja autoestima y autoconfianza, debido a que ellos llegan a sentirse insatisfechos con su apariencia, su personalidad, sus habilidades o sus logros, al compararse con modelos irreales e inalcanzables que se promueven en las redes sociales, esto afecta su autovaloración y su seguridad en sí mismos. En segundo lugar, los jóvenes suelen tener dificultades para reconocer sus fortalezas, sus potencialidades y sus proyectos de vida. También tenemos que tener en cuenta los trastornos alimentarios y de salud mental, que se manifiestan en el desarrollo de conductas poco saludables para intentar ajustarse a los cánones de belleza y éxito que se imponen en las redes sociales, debido a esto ponen en riesgo su salud física y mental por seguir unos ideales distorsionados e incompatibles con su bienestar. En tercer lugar, mencionar el aislamiento y la soledad, que se da al sentirse excluido o rechazado por no cumplir con las expectativas o los estereotipos de un grupo de referencia, esto genera los sentimientos ya mencionados. Los menores, en consecuencia, pierden contacto con sus amigos, familiares o comunidades, y se refugian en las redes sociales como una forma de escape o compensación.

A parte de lo ya expuesto, cabe destacar que las redes sociales y el mundo virtual, nos abren un espacio donde es fácil compartir nuestra información en línea, debido a que para poder registrarse a una red social los usuarios han de facilitar distintos datos personales, donde se les pide información básica y específica, e incluso a veces información sobre aspectos sensibles, como por ejemplo, la orientación sexual o ideas políticas religiosas (Mitjans, 2009). Debido a este intercambio de datos personales, usualmente son los más jóvenes quienes se encuentran en una situación de peligro, ya que ellos, además de compartir información personal en el momento del registro, también lo hacen cuando se comunican con personas desconocidas en la red virtual, sin ser conscientes del peligro que esto conlleva. Esta falta de consciencia se debe a que los jóvenes, en su mayoría, no están correctamente informados acerca de la importancia de proteger su privacidad al momento de crear un perfil social. Del Reyes et. al. en 2020 comentan que esta difusión e intercambio de información personal puede ser aprovechada por terceros para hacer un uso indebido de los mismos, como realizar chantajes al propietario de la información. Además, un estudio realizado por INTECO (2009) señala que “la libre difusión de información de un usuario puede vulnerar, entre otros, los derechos de protección del honor, la intimidad, la propia imagen y los datos de carácter personal” (p.147). Es decir, que pertenecer a una red social hace que nuestra intimidad personal se vea expuesta y esta exposición nos coloca en una situación de vulnerabilidad. Para los jóvenes, la intimidad personal es un factor importante, también el cómo se muestran en las redes sociales lo es, por esa razón es que no ven la magnitud de cuanta información están compartiendo en línea, usualmente siguen tendencias o challenges, comparten información personal en su perfil social de manera en que se vea estético y usan la red social para tener un espacio comunicativo con sus seguidores, no ven la magnitud del peligro en el que se colocan.

 Crescenzi et al. (2023) ha expuesto que los jóvenes hacen pública su ubicación en tiempo real, con bastante regularidad, ya sea directamente o a través de mensajes o fotos, lo que implica a que se expongan a distintos ciber riesgos como el grooming, la sextorsión o el cyberbullying. Por supuesto, el hecho de estar tan expuesto a estos riesgos en línea repercute en la salud y estabilidad mental de los jóvenes. Es el caso de una niña de 14 años, quien intentó quitarse la vida dos veces; el informe realizado por Esteban et. al. (2016) explica que la motivación fue porque había intercambiado números con un hombre de 31 años, sin embargo, este hombre no dejaba de mandarle mensajes sugerentes y fotos íntimas, de igual forma pidiendo a la menor que también comparta fotos “reveladoras”, tanta fue la presión y amenaza ejercida por el hombre que la menor terminó accediendo, días después, imágenes íntimas de la menor fueron compartidas en las redes sociales. La menor contó que luego fue víctima de burla en línea y también en persona, toda la situación le generó ansiedad, tristeza, preocupación y deseos de morir. Ser víctima de los diferentes ciber riesgos genera que los jóvenes pierdan motivación, se sientan aislados y que generen pensamientos y sentimientos negativos que luego afectan en su bienestar y salud mental (UNICEF, 2022)

Dentro de la misma línea, se encuentran los delitos sexuales en línea que también representan una de las amenazas más graves a los que los jóvenes están expuestos, puesto que la relativa falta de restricciones y la capacidad de ocultar una verdadera identidad en línea proporciona a los perpetradores el poder tener un terreno propicio para llevar a cabo sus acciones. Como es el caso de la sextorsión, uno de los delitos más comunes y que lamentablemente se encuentra en constante crecimiento. Se define como “una forma de explotación y chantaje sexual donde una persona es extorsionada por alguna otra que tiene en su poder imágenes suyas de carácter sexual” (Castillo Castrillón Abogados, 2022), una actividad donde se aprovecha del estado de vulnerabilidad de los jóvenes en la era digital debido a su privacidad expuesta. Las víctimas se ven atrapadas bajo la amenaza constante de que sus imágenes íntimas sean compartidas sin su consentimiento, sumergiéndose así en un estado de angustia y temor; además su salud mental se ve afectada de manera profunda y duradera, donde las víctimas experimentan vergüenza y culpa, y posteriormente se les dificulta volver a confiar y establecer relaciones saludables en el futuro.

Por otro lado, si hablamos del grooming, que según Save The Children (2019) “se trata de un proceso en el que se produce un vínculo de confianza entre la víctima y el acosador. Este intenta aislar poco a poco al menor, y lo consigue desprendiéndolo de su red de apoyo (familiares, profesores, amigos, etc.) y generando un ambiente de secretismo e intimidad.”. Este proceso, sutil pero manipulador, pone de manifiesto la astucia de los perpetradores al explotar la vulnerabilidad emocional de los jóvenes. A medida que la confianza se afianza, el acosador introduce gradualmente contenido sexual explícito o solicitudes inapropiadas, creando un entorno en el que la víctima se siente cada vez más atrapada y coaccionada. De igual manera, las víctimas experimentan sentimientos de confusión, vergüenza y culpa. 

Mantener un uso adecuado de las herramientas digitales, como las redes sociales, puede llegar a ser retador. Sin embargo, es importante establecer límites saludables en el uso de la tecnología y fomentar un equilibrio adecuado entre la vida digital y la vida real, ya que, como ya se expuso en este ensayo, la manera en que las redes sociales están relacionadas con la salud de los más jóvenes es de suma preocupación.

Como hemos visto a lo largo de este ensayo, la era digital ha dado beneficios entorno a la comunicación y a la información en la sociedad. Pero, por el contrario, también ha afectado, de manera directa en la salud mental de los jóvenes, tomando en cuenta de que genera dependencia, adicciones, baja autoestima por estereotipos, y riesgos cibernéticos. En todos los casos, las consecuencias en la salud mental de los jóvenes son baja autoestima, vergüenza, soledad y pensamientos negativos. Resaltar que el hecho de que, cuando los jóvenes generan pensamientos negativos luego estos se convierten en pensamientos suicidas, pone en evidencia que las redes sociales y tecnología continúan teniendo un impacto significativo en la salud de los jóvenes. Como recomendación adicional, es importante que los adultos supervisen y orienten el uso responsable y crítico de estas herramientas, y que además los jóvenes se informen sobre los riesgos y beneficios de las redes sociales, que desarrollen su pensamiento crítico y de autoconocimiento, que busquen apoyo profesional si lo necesitan.  Pero estas recomendaciones son temas a tocar en otro ensayo.

REFERENCIAS: 

Crescenzi, L., Araüna, N. y Tortajada, I. (2013). Privacy, self-disclosure and self-image of Spanish teenagers on social networking sites. The case of Fotolog. Revista Comunicación y Sociedad, 26(2), 65-78. https://revistas.unav.edu/index.php/communication-and society/article/view/36123

Cantor-Silva, M. I., Pérez-Suarez, E., & Carrillo-Sierra, S. M. (2018). Redes sociales e identidad social. AiBi Revista De Investigación, Administración E Ingeniería6(1), 70–77. https://doi.org/10.15649/2346030X.477

Carmenate, I. D., y Marín, A. (2021). Aislamiento social, tecnología y salud mental. Cuba. Multimed, 25(5)http://scielo.sld.cu/pdf/mmed/v25n5/1028-4818-mmed-25-05-e2298.pdf

Castillo Castrillón Abogados. (2022). Sextorsión: ¿Qué es y cuáles son sus consecuencias?

https://castillocastrillonabogados.es/2022/02/08/sextorsion-que-es/

Del Rey, R., Casas, J. A., & Ortega, R. (2012). The ConRed program, an evidencebased practice. Comunicar, 20(39), 129-137. https://doi.org/10.3916/C39-2012-03-03.

Escobar J., Montoya L. E., Restrepo D. & Mejía, D (2016). Ciberacoso y comportamiento suicida. ¿Cuál es la conexión?, Revista Colombiana de Psiquiatría46 (4). https://doi.org/10.1016/j.rcp.2016.08.004

Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia. (UNICEF). (2023). Ciberacoso: Qué es y cómo detenerlo. Lo que los adolescentes quieren saber aceca del ciberacoso. https://www.unicef.org/es/end-violence/ciberacoso-que-es-y-como-detenerlo#3

Instituto Nacional de Tecnologías de la Comunicación (INTECO). (2009). Estudio sobre la privacidad de los datos personales y la seguridad de la información en las redes sociales online. Junto con la Agencia Española de Protección de Datos. Recuperado de http://es.slideshare.net/jjdeharo/inteco-gua-legalsobre-las-redes-sociales-menores-de-edad-y-privacidad-en-la-red

Mitjans Perelló, E. (2009). Impacto de las redes sociales en el Derecho a la protección de datos personales. Anuario de la Facultad de Derecho (Universidad de Alcalá), (2), 107-129.

Natividad, L. (2014). Análisis de la procastinación en estudiantes universitarios. [Tesis doctoral, Universidad de Valencia]. https://roderic.uv.es/bitstream/handle/10550/37168/Tesis%20Luis%20A.%20Natividad.pdf?sequence=1&isAllowed=y

Save the Children. (2019). Grooming: ¿Qué es, cómo detectarlo y prevenirlo?

https://www.savethechildren.es/actualidad/grooming-que-es-como-detectarlo-y-prevenirlo


8 comentarios:

  1. Maravilloso ensayo, sobre todo informativo. Es importante aprender a trazar una línea que defina los límites de la influencia que la tecnología tiene en nuestras vidas y mucho más cuando la salud mental se ve comprometida.

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    1. Gracias por tu comentario, es cierto que se debe tomar conciencia acerca de este tema. Que bueno que nuestro ensayo te haya dado la información debida :)

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    2. Apreciamos tu análisis al ensayo, Lidia. Sin duda tu opinión logra complementar aún más nuestra intención como equipo con este ensayo. ¡Saludos!

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  2. Me ha encantado el enfoque de este ensayo y la preocupación genuina de los jóvenes por sus pares. ¡Sigan así!

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    1. Muchas gracias Jane, escribir un ensayo siempre es un reto, sin embargo, seguiremos con este enfoque en el blogg. ¡Espero puedas visitar las otras entradas que ofrecemos!

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  3. Gracias Jane, nos alegra que el ensayo sea de tu agrado. ❤️

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  4. Buenos días. Sucede que, en estos últimos días, me encuentro redactando un informe para el curso de Realidad Nacional. Resulta que la perspectiva de este ensayo contiene información relevante para mi trabajo. Sin embargo, cuando me dispuse a armar las citas, me encontré con el siguiente problema: no sé quiénes son los autores. Se podría suponer que son todos los que están en la foto y en la hoja de vida de la página. Empero, existen trabajos del presente blog que cuentan con el nombre de un solo autor. En ese sentido, quisiera saber cómo podría hacer para citar su ensayo.

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  5. Que importante se hace poner en la mesa el tema de la salud mental cuando se habla de la tecnología y su impacto. Me agradó mucho leer su ensayo y reflexionar sobre nuestro mismo accionar, ya que, desde mi punto de vista, el problema no sería la tecnología sino cómo la usamos. Así mismo, rescato que hayan no solo abordado los efectos negativos, sino que hayan reconocido el beneficio de la comunicación, es un punto a su favor. Sigan publicando información como esta, los felicito por tan buen ensayo.

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